En realidad jugar es un decir, apenas tres partidos y seis meses duró su estadía en el fútbol italiano y pensar que había sido una de las estrellas del mundial de Estados Unidos 1994
Hablamos de...
- Bidoni III: Martin Dahlin
Un sueco que sea moreno no es muy casual, por cierto es bastante llamativo. Eso ya lo hace ser un distinto. Hijo de padre venezolano y madre sueca. Nació el 16 de abril de 1968 y se desempeñaba como delantero.
En el mundo se lanzó a la fama por realizar un gran mundial en Estados Unidos 1994, ya que fue una de las figuras de la sorprendente Suecia, la cual llegó hasta semifinales y terminó el torneo en el tercer lugar.
Kennet Andersson, Thomas Brolin, Henrik Larsson y el excéntrico arquero Thomas Ravelli eran algunos de los compañeros que tuvo Dahlin en ese mundial, que terminó siendo histórico para ellos.
En ese torneo convirtió 4 goles y terminó a solo dos por debajo de los goleadores Oleg Salenko de Rusia y Hristo Stoichkov de Bulgaria.
En la Bundesliga fue amo y señor, en especial en el Borussia Mönchengladbach donde convirtio 50 goles en 106 encuentros, una cifra para nada despreciable y la Roma fue una de las que se vio tentada ante semejante performance.
El equipo de la capital italiana necesitaba un nueve goleador, alguien que complete un reparto prestigioso junto al argentino Abel Balbo, el uruguayo Daniel Fonseca y un juvenil que daba sus primeros pasos: Francesco Totti.
La ecuación cerró perfecta y Dahlin fue ese jugador que parecía colmar las expectativas del presidente Franco Sensi y el flamante entrenador del equipo, que era nada más ni nada menos que Carlos Bianchi (tras su paso triunfal por Vélez Sarsfield) en la temporada 1996/97.
Increíblemente, pese a haber sido pedido por el técnico argentino, el sueco prácticamente ni jugó. Apenas tres partido fue lo que disputó sin goles convertidos y se transformó en uno de los fracasos más estruendosos en la historia de este club.
Para colmo la Juventus previamente había ofrecido una cifra record para hacerse con sus servicios, pero los alemanes desecharon esa oferta y la Roma se abalanzó sobre él aumentando la cantidad de dinero. Es el día de hoy que se deben lamentar por esa decisión que terminó siendo pésima.
Bianchi rápidamente se percata del bajo nivel que mostraba Dahlin en los entrenamientos (en especial porque venía de una grave lesión) y nunca pudo hacerse con un puesto de titular en el equipo.
El delantero triste por esta situación le pide a su representante que lo haga volver donde era feliz y hacía goles, por eso en seis meses y a principios de 1997 se vuelve al Borussia Mönchengladbach donde hace 10 goles en 19 partidos.
Aparentemente ese era su lugar en el mundo y pese a tener la gran oportunidad de su vida de jugar en el Calcio, la desechó por competo y su experiencia duró menos que una golondrina de verano.
Se retiró a los 33 años, en 1999, en el Hamburgo de Alemania y actualmente es representante de jugadores, dentro los cuales figura Ola Toivönen, otro delantero que al igual que él salio del Malmö y hace muchos goles en el Psv de Holanda y se le augura un gran futuro.
Quizás su asistido tenga la oportunidad algún día de jugar en la liga italiana y al menos así Dahlin tener una "pequeña" revancha.
En el mundo se lanzó a la fama por realizar un gran mundial en Estados Unidos 1994, ya que fue una de las figuras de la sorprendente Suecia, la cual llegó hasta semifinales y terminó el torneo en el tercer lugar.
Kennet Andersson, Thomas Brolin, Henrik Larsson y el excéntrico arquero Thomas Ravelli eran algunos de los compañeros que tuvo Dahlin en ese mundial, que terminó siendo histórico para ellos.
En ese torneo convirtió 4 goles y terminó a solo dos por debajo de los goleadores Oleg Salenko de Rusia y Hristo Stoichkov de Bulgaria.
En la Bundesliga fue amo y señor, en especial en el Borussia Mönchengladbach donde convirtio 50 goles en 106 encuentros, una cifra para nada despreciable y la Roma fue una de las que se vio tentada ante semejante performance.
El equipo de la capital italiana necesitaba un nueve goleador, alguien que complete un reparto prestigioso junto al argentino Abel Balbo, el uruguayo Daniel Fonseca y un juvenil que daba sus primeros pasos: Francesco Totti.
La ecuación cerró perfecta y Dahlin fue ese jugador que parecía colmar las expectativas del presidente Franco Sensi y el flamante entrenador del equipo, que era nada más ni nada menos que Carlos Bianchi (tras su paso triunfal por Vélez Sarsfield) en la temporada 1996/97.
Increíblemente, pese a haber sido pedido por el técnico argentino, el sueco prácticamente ni jugó. Apenas tres partido fue lo que disputó sin goles convertidos y se transformó en uno de los fracasos más estruendosos en la historia de este club.
Para colmo la Juventus previamente había ofrecido una cifra record para hacerse con sus servicios, pero los alemanes desecharon esa oferta y la Roma se abalanzó sobre él aumentando la cantidad de dinero. Es el día de hoy que se deben lamentar por esa decisión que terminó siendo pésima.
Bianchi rápidamente se percata del bajo nivel que mostraba Dahlin en los entrenamientos (en especial porque venía de una grave lesión) y nunca pudo hacerse con un puesto de titular en el equipo.
El delantero triste por esta situación le pide a su representante que lo haga volver donde era feliz y hacía goles, por eso en seis meses y a principios de 1997 se vuelve al Borussia Mönchengladbach donde hace 10 goles en 19 partidos.
Aparentemente ese era su lugar en el mundo y pese a tener la gran oportunidad de su vida de jugar en el Calcio, la desechó por competo y su experiencia duró menos que una golondrina de verano.
Se retiró a los 33 años, en 1999, en el Hamburgo de Alemania y actualmente es representante de jugadores, dentro los cuales figura Ola Toivönen, otro delantero que al igual que él salio del Malmö y hace muchos goles en el Psv de Holanda y se le augura un gran futuro.
Quizás su asistido tenga la oportunidad algún día de jugar en la liga italiana y al menos así Dahlin tener una "pequeña" revancha.