jueves, 3 de noviembre de 2011

Flor de bidoni

Y si de bidonis hablamos, que decir del holandés Dennis Bergkamp. Fue el gran fichaje de Ernesto Pelegrini, presidente del Inter en 1993.

Venía como una gran figura. Había demostrado toda su valía en el Ajax de Holanda y parecía estar pronto para dar el salto de calidad en el Calcio, lamentablemente su exquisito fútbol no fue compatible con el rudo fútbol italiano.

En una época donde era difícil brillar en el Neroazzurro, Bergkamp no fue la excepción y tuvo una estadía más que pobre.

  • Bidoni VIII: Dennis Bergkamp (Inter)

En mi primer viaje a Italia en 1992, apenas tenia 11 años, y cuando jugaba con mis primos a la pelota, ellos cuando anotaban decían: "¡Gol de Bergkamp!". En ese momento me preguntaba, quién será ese jugador. Cuando les pregunté me dijeron: "Es Dennis Bergkamp, un delantero de Holanda que juega en Ajax, dicen que este año viene a la Juventus. Es un fenómeno (fuoriclasse)".

Toda Europa soñaba con ser Bergkamp era la estrella del momento. Los clubes más prestigiosos del viejo continente se los disputaban y él la descocía en el Ajax. Donde convirtió 122 goles en 185 partidos.

Ese año me quedé con las ganas de verlo en el Calcio, Bergkamp decidió quedarse una temporada más en su país y al año siguiente sería el Inter el que lo compre y no Juventus, como me habían dicho mis primos el año anterior.

El Inter venía de ser subcampeón la temporada anterior y su presidente Ernesto Pellegrini apostó fuerte con el rutilante fichaje de Dennis, para destronar a los primos del Milán.

Los tifosi neroazzurros soñaban que Bergkamp, junto al uruguayo Rubén Sosa, más Giuseppe Bergomi y Walter Zenga, entre otros, volverían a levantar el Scudetto que no lograban desde 1989.

Estaba todo dado para una llegada triunfal del delantero al Inter, inclusive no vino sólo. Porque Pellegrini además fichó a otro holandés, el mediocampista Wim Jonk. De esta manera el ex presidente del Inter pensó que Bergkamp sufriría menos la adaptación en un país con idioma y costumbres nuevas.

La primer temporada, la 1993/94, fue rara para Inter, en la liga apenas fue 13º (peor campeonato en la historia del club), pero en contraposición ganan su segunda Copa de la UEFA de la historia, venciendo en la final al Casino Salzburgo de Austria por 1 a 0 en la ida y la vuelta.

Bergkamp, no pudo demostrar su valía. Apenas 8 goles en 31 partidos fue el saldo que dejó en la Serie A y encima un pobre décimo tercer puesto que todavía permanece en la memoria de los hinchas como un record más que negativo.


Se queda una temporada más gracias a la obtención de la Copa UEFA, donde contribuyó a cuenta gotas, pero le sirvió para tener su revancha a la temporada siguiente.

Si ese campeonato fue más oscuro que claro, que decir del siguiente, el 1994/95. Inter apenas llegó a un sexto puesto que tenía sabor a poco (o a fracaso). Pronta eliminación en la Copa de la UEFA y una cifra pobrísima para Dennis: 3 goles en 21 partidos.

Ya no era un titular fijo, jugaba poco y nada. Perdía el puesto con un ascendente juvenil (Marco Delvecchio). Dicen que su frágil cuerpo y el estilo refinado que tenía su fútbol fueron los detonantes de no haber explotado en el Calcio.


"Me siento preparado y en el momento justo para tener un rol importante y delicado en Inter", decía en su presentación Dennis Bergkamp. Lamentablemente lo delicado fue su cuerpo que no soportó las patadas del fútbol italiano.

De allí se fue sin pena ni gloria y todo parecía indicar que se ahogaría en la memoria y dejaría los primeros planos del fútbol mundial.

Pero recaló en el Arsenal de Inglaterra y allí recuperó la memoria y se vio la mejor versión de Dennis Bergkamp, hasta fue semifinalista del mundial Francia 1998 con los Tulipanes.


Uno de los pocos goles de Bergkamp (quizás el más lindo que hizo en Inter)


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