La historia es conocida, sin embargo a Sebastián Pascual Rambert seguramente no le hará mucha gracia que se la recuerden todo el tiempo. Llegaba como un gran goleador al Inter de Milán, que acababa de nombrar presidente a Massimo Moratti, pero lamentablemente no convirtió ningún gol y debió irse, pasando desapercibido.
Pensar que Javier Zanetti, el de menos renombre de los dos, hoy a sus 38 años sigue jugando y es el capitán y símbolo del Neroazzurro.
- Bidoni X: Sebastián Pascual Rambert
Massimo Moratti tomaba el legado de Ernesto Pellegrini como mandamás del Internazionale. El nuevo presidente se preparaba para arrancar la temporada 1995/96 con todo. Soñaba con emular a su padre, Angelo Moratti, que como presidente Neroazzurro logró todos los títulos habidos y por haber de la mano de Helenio Herrera, como entrenador, y grandísimos jugadores como el brasileño Jair, el español Luís Suárez y los italianos Sandro Mazzola y Giacinto Facchetti.
Massimo auguraba un super Inter y sus primeros fichajes fueron dos argentinos: Javier Zanetti y Sebastián Rambert. Los dos llegaban con buenas referencias, en especial Rambert que venía de ser goleador del campeonato argentino con Independiente, además de haber obtenido la Supercopa.
"Pascualito" gozaba de un gran presente por ese entonces: titular en el seleccionado argentino de Daniel Passarella y una gran eficacia a la hora de convertir.
Moratti soñaba un gran equipo, a ellos se le sumaron refuerzos de la talla del brasileño Roberto Carlos, el inglés Paul Ince, los italianos Benito Carbone, Maurizio Ganz, Salvatore Fresi y Marco Branca, entre otros.
En esa época solo se permitían salir al campo de juego con tres que no sean italianos y por lo general el entrenador Ottavio Bianchi primero y luego el inglés Roy Hodgson optaban por Zanetti, Ince y Roberto Carlos, con lo cual Rambert siempre quedaba relegado en la tribuna.
Apenas un partido por Copa Italia ante el Fiorenzuola y otro encuentro ante el Lugano de Suiza, por la primera ronda de la Copa Uefa (Inter fue eliminada en esa instancia) fueron sus presentaciones con el equipo de la región de la Lombardia.
Dos partidos y cero goles, con el agravante de que ni siquiera jugó en la liga italiana. El delantero argentino debió marcharse de inmediato, a los seis meses se fue a préstamo al Real Zaragoza de España y allí convirtió algunos goles, pero a su vuelta el Inter ya no lo quería.
Moratti tenía otros planes y prefirió traer a Iván Zamorano y Youri Djorkaeff, antes que repatriar un devaluado Rambert.
El avioncito (como lo apodaban, por la forma como festejaba sus goles), tuvo una discreta carrera. Se dio el lujo de jugar en los dos grandes de Argentina: River Plate y Boca Juniors.
Actualmente es ayudante de campo de Ramón Díaz (otro ex Inter, pero este supo brillar y hasta fue campeón de la liga italiana y goleador en la temporada 1988/89).
"Acá ya hay delanteros como Batistuta o Balbo, pero les aseguro que Rambert es un delantero que apenas tiene 22 años y triunfará en el Calcio" (dijo Valentín Angelillo, dirigente del Inter el día de la presentación oficial de Sebastián Rambert en el Neroazzurro).
Zanetti, Angelillo y Rambert en la presentación oficial en Inter
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